"56 dias (06/08-30/09, 1945)"

a partir de "Diario de Hiroshima de un medico japonès" de Michihiko Hachiya

dirección/dramaturgia
palabras
música

con

dibujos

Moreno Bernardi
Michihiko Hachiya
Toshio Hosokawa (Voiceless Voice in Hiroshima)

Laia Casals, Alex Luzón, Mirena Antxone Nafarrate, Gal.la Sabaté, Omar Tubau, Gemma Villalonga

Alex Luzón


El Diario del médico Michihiko Hachiya comprende 56 días en Hiroshima, desde el 6 de agosto, día en que lanzaron la bomba atómica, hasta el 30 de septiembre de 1945.

"...Rostros que se deshacen en Hiroshima, la sed de los ciegos. Dientes blancos que sobresalen en una cara desaparecida. Calles ribeteadas de cadáveres. Sobre una bicicleta, un muerto. Estanques rebosantes de muertos. Un médico con cuarenta heridas. “Está vivo? ¿Está vivo?” Tendrá que oírlo muchas veces...Cuando ocurrió, lo primero que de pronto advirtió en sí mismo: que estaba totalmente desnudo.
El silencio, todas las figuras se mueven sin ruido, como en una película muda..." [prologo de Elias Canetti]


NOTAS de laboratorio a "56 días (06/08-30/09, 1945)”, por Moreno Bernardi:

…esbozos teatrales de lo que queda de un diario leído, querido, organizado, seguido y perseguido allí donde la lectura se hace visión y allí donde el tiempo se hace marcha sonora para una posible reconstrucción…
...ir construyendo el lugar más seguro, donde la vida y la muerte dialogan en cuestiones de centímetros y se desvelan por los gestos de personajes sin rostros: unos muertos entre millones y unos héroes entre infinitos desconocidos…
… gestos, traducción de movimientos y variaciones, palabras, sonidos comunes, acciones que indican momentos y minutos que determinan las construcciones diarias pre-vistas, elementos plásticos corporales y sonoros que se organizan en una continua convivencia espacio-temporal (la escena? la mente? la literatura teatral?). En la obligación del respeto para el crecimiento individual y el nacimiento de la fuerza que nos unirá (totalmente desconocida, ignorada, olvidada, y alejada a todo deseo estrictamente personal), una es la pregunta: como describir una emoción que nunca se ha vivido?...
… los sonidos-signos de las palabras…describir la emoción, vaciada de expresión y dispuesta a una posible-continua expresividad…detrás de un técnica, del experimento de un método, siempre hay una filosofía artística y un discurso teatral, siempre hay una idea y su consecuente estilo, que, como si fuera por si solo, se manifiesta por un lenguaje articulado… un objetivo: la construcción de un hogar…
…el material se hace materia, de la literatura a la acción, de la soledad al espacio común, con el apoyo de la duración compartida, un temporizador que nos recuerda roles y responsabilidades. A las palabras posibles, a los gestos que hay que desvelar, entre objetos que dejan huellas y desaparecen (rotos? robados? abandonados? quemados?…), el hilo de los sonidos comunes y de las verdades individuales, auténticas y reales, entre conciertos, dibujos y testimonios…
…una literatura teatral se vuelve sensible, lista a desplazarse en el tiempo ...
…cambios y mínimos detalles que al sumarse construyen, desplazan, mueven y remueven. Atentos en la memoria de todo momento allí donde imagen y materia ponen al actor en el umbral del acto más sutil, allí donde la acción teatral es gesto del espacio, del momento y del sonido. Entre voces, recién oídas, entre silencios, que no callan, las pieles se edifican en dinámicas organizadas, dispuestas al imprevisto, para que las páginas del diario pierdan la materia del papel destinado a la lectura y tomen forman del papel destinado a la visión. No es solo un recuerdo, es memoria. No es solo descripción, es acción. Cronología de eventos que humanamente no se aceptan toman espacio en una coreologia de gestos donde el tiempo queda en el aire mientras que el ritmo a lo mejor cura, o aleja, o desvela lo que no hay que olvidar.